Fotografía de Alto Rango Dinámico: lo que vemos
El ojo humano dispone de un Alto Rango Dinámico (o High Dynamic Range, HDR por sus siglas en inglés) que le permite ajustarse a las posibles grandes diferencias entre la luz y la oscuridad, pero la cámara fotográfica no tiene esa capacidad de adaptación. Esta diferencia entre las luces y las sombras de la imagen se llama Rango Dinámico. La técnica del HDR permite que todas las zonas de la fotografía queden perfectamente expuestas.
En estos casos al momento de obtener las fotografías nos vemos obligados a elegir entre tres posibilidades: exponer al centro y obtener sombras oscuras y zonas de luces claras; exponer para las sombras para capturar su detalle y así perder el detalle de las zonas claras; o exponer para las zonas claras y así perder el detalle de las zonas oscuras. La idea de usar varias exposiciones para reparar un rango demasiado grande de luminancia fue pionera alrededor del año 1850 por el investigador y fotógrafo francés Gustave Le Gray para renderizar imágenes del mar mostrando a la vez el agua y el cielo.
Se aborda este problema capturando varias exposiciones de la misma imagen, lo que se denomina horquillado. Se utilizan hasta 9 diferentes exposiciones para capturar el detalle existente en las áreas oscuras, los medios tonos y para las áreas de máxima luminosidad, exposiciones que luego son fusionadas creando una imagen con un rango dinámico más alto que el que la cámara es capaz de capturar en una sola imagen.
Con esta técnica visual no hay entorno que no pueda ser fotografiado otorgando el máximo realismo al contenido obtenido. Y es que con las fotografías de Alto Rango Dinámico se pueden obtener imágenes con degradados de colores mucho más finos, con menor cantidad de ruido y con una mayor riqueza de tonos siempre y cuando se trabaje bien la fotografía en la post producción.