Honningsvåg: La ciudad más septentrional
Si visitas Cabo Norte, en Laponia Noruega, Honningsvåg será tu base de operaciones!
La pequeña ciudad de Honningsvåg se encuentra a solo 35 kilómetros de Cabo Norte, en el lado sureste de la Isla de Magerøya, en Finnmark, al norte de Laponia Noruega. Es conocida como la Ciudad más Septentrional, aunque su status de ciudad haya tenido que ser declarado así por el gobierno noruego en 1996, dado que su población es inferior a lo que la legislación noruega establece para poder ser considerada como tal.
Su ubicación privilegiada en esta bahía libre de hielo todo el año al suroeste del Mar de Barents, a cobijo de los vientos del norte, la convierte en el puerto de escala ideal de los cruceros que recorren los fiordos, especialmente durante los meses de verano.
Una vez ubicados geográficamente y conocidos algunos datos, es el momento de dar un paseo por esta tranquila ciudad. Recorreremos la ciudad de norte a sur, a lo largo del puerto, comenzando por la Oficina de Información Turística de Honningvåg. Justo detrás encontramos la estatua de Bamse, la heroica mascota de las Fuerzas Armadas Libres Noruegas. Resulta que este perro, de la raza San Bernardo, perteneció al capitán de un barco ballenero de Honningsvåg el cual fue llamado a unirse a la Real Marina Noruega para patrullar sus costas durante la Segunda Guerra Mundial. Y allí fue su capitán con, por supuesto… su perro Bamse.
Todo tipo de historias relatan el heroicismo del can, desde levantar la moral de los marineros, detener peleas entre ellos, llevar sanos y salvos hasta la costa a marineros caídos por la borda y hasta se dice que cuando estos salían de licencia y no se presentaban a bordo, Bamse subía a un autobús y viajaba hasta el bar donde la tripulación solía pasar el rato para hacerlos volver. No he encontrado forma de corroborar esta información, pero he leído que ¡hasta llevaba un pase de bus colgado del collar!
Después de la capitulación de Noruega ante los alemanes, su dueño y capitán, junto a otros 13 navíos noruegos, se vieron forzados a huir hacia Reino Unido, donde Bamse fallece años después en los muelles de Montrose, Escocia. Enterrado con honores militares y convertido por sus actos heroicos en Mascota de la Real Marina Noruega, recibió honores post mortem de todo tipo y, cada 10 años, la Marina Noruega celebra actos conmemorativos en su nombre.
En octubre de 2006 fue inaugurada su estatua en el paseo marítimo de Montrose, mientras que en junio de 2009 tuvo lugar la inauguración de la que vemos en el puerto de Honningsvåg. Otra curiosidad, por si no teníamos suficiente: ambas estatuas están orientadas de cara una hacia la otra… asique a la distancia, muy a la distancia, Honningsvåg y Montrose estarán, siempre, unidas por la mirada de ésta, su mascota ejemplar. Qué pena no haber sabido más de esta historia mientras visitábamos la ciudad… ¡hubiera invertido más tiempo fotografiando la estatua! Aquí os dejo esta foto del héroe, con su gorra de marinero noruego y todo.
Nada más giramos y allí está otra vez, la clásica luz de la 1 de la mañana en Laponia Noruega. ¡Como te echaré de menos, Sol de Medianoche, en mi próximo viaje! La temperatura de la luz y la claridad del horizonte no hacen más que seguir sorprendiéndonos. Que diferentes son estas vistas a la imagen que se suele tener en mente cuando uno piensa en Laponia Noruega. Es como tener dos países en uno, con su existencia turnándose cada 6 meses. Esta vez nos toca visitarlo durante sus días de luz perpetua.
No es que se nos acabe el día, dado que el sol sigue resistiéndose a ponerse en esta Laponia Noruega de verano, pero en algún momento hay que parar. A regañadientes vuelvo al hotel y las siguientes fotos que verán son ya del día siguiente. Esas nubes que veíamos en el horizonte de la foto anterior se hicieron dueñas del cielo y bajo ellas retomamos nuestro paseo por Honningsvåg donde lo dejamos la medianoche anterior. Seguimos dirección sur por el puerto. Afortunadamente las nubes son de las bonitas, de las que condimentan el cielo dándole volumen. La bahía se veía así desde el paseo marítimo…
Un poco más allá ya encontramos la zona donde amarran los barcos pesqueros más pequeños. En esta región la pesca es una actividad muy importante y complementa el desarrollo económico de la ciudad, especialmente durante los meses de invierno cuando la frecuencia de los cruceros disminuye. Sin embargo, todas las actividades han descendido un escalón desde que Noruega comenzó a extraer petróleo en los años 70, convirtiéndose esta actividad en la base de su riqueza y la razón de su constante superávit.
Seguimos hasta el final del paseo marítimo y a la izquierda ya vemos elevarse sobre un promontorio la Iglesia de Honningsvåg. Es una de las pocas iglesias del norte de Noruega que no fueron destruídas durante la Segunda Guerra Mundial. En algunos sitios se puede ver alguna fotografía de la época, en la que solo se ve la iglesia en pie, mientras que el resto de Honningsvåg aparece completamente arrasado. Impresionante.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, la iglesia se convirtió en una especie de albergue para la población superviviente.
Todos vivían allí, mientras que reconstruían sus hogares. La iglesia, diseñada por el arquitecto Jacob Wilhelm Nordan, data de 1885 y tiene capacidad para unas 220 personas. Mirad el interior, austero y bonito…
Volvemos sobre nuestros pasos y retomamos el paseo marítimo. Esta vez nos acercamos más a la zona de amarres para ver un poco más de cerca los barcos e intentar capturar algo del tono verde esmeralda de las aguas que bañan este puerto.
Tenemos suerte que no hay ningún crucero amarrado… imagino esto lleno de gente… considerando que la población actual de Honningsvåg ronda los 2500 habitantes…
Y por último ¡visitamos el Artico Ice Bar! La oportunidad perfecta para disfrutar al menos de una cuota del famoso invierno de Laponia Noruega… pero en verano. Este bar, montado por dos ex guías de viajes españoles, abre sus puertas cada año a partir de comienzos del mes de abril.
45 toneladas de hielo son transportadas para reconstruirlo año tras año. Os invito a mirar el vídeo, muy interesante, en el que nos muestran cómo extraen los cubos de hielo y los utilizan en la construcción del bar.
Y, si queréis echar un ojo dentro sin pasar frío, mirad:
Bueno, acerca de Honningsvåg solo me queda contaros acerca del Safari de Pesca del Cangrejo Real… pero habrá que esperar un poco para ello!
Visité Laponia Noruega gracias a Visit Norway:
Para información más específica de la Región del Norte (en inglés):
Algunas de las
Aplicaciones Gratuitas de Visit Norway:
Dónde dormir en Honninsgvåg:
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12 Comentarios
Excelentes imágenes!!! Saludos
Muchas gracias, Ernesto! 🙂
Felicidades por el artículo Anibal. Es extraordinario.
Gracias, Laura! Ya preparando el próximo, acerca del Sol de Medianoche! 🙂
Además de la proximidad al Cabo Norte, el Artico Ice Bar es otro aliciente más para conocer esta ciudad. Recuerdo el reportaje que hicieron de este bar tan peculiar hace unos años por tve en el programa “Españoles por el mundo”
Saludos
Dani
Así es, Dani! Nada mejor que una visita al Artico Ice Bar después de la pesca del Cangrejo Real! 🙂
Hace tiempo que Noruega está en mi lista de lugares para visitar y cada vez que leo una de tus entradas, sube puestos en la lista. Lástima que sea un destino tan caro…
Pues si te digo que también estaba en mi lista, que ya fui… y no pienso más que en volver? 🙂 Que país increíble… y solo conozco el norte.. y en verano… de momento! Gracias por pasarte y comentar, Sandra! 😉
Me encantan este tipo de pueblitos. Sé, como bien dices, que es una ciudad, pero aún así el encanto de pueblo pescador lo tiene. Lo percibo por tu escrito y por las imágenes que son extraordinarias. Después de leerlo me imagino tomando algo bien caliente en alguna tasca del lugar. ¡Tengo que sí o sí o sí!
Saludos
O sí, Myriam! 🙂 Toda noruega está impregnada de ese ambiente pescador, por lo menos el norte que es lo que de momento conozco… gracias por tu opinión acerca de mis fotos… pero te diría que es tan bonito que Noruega te lo pone muy fácil! 🙂
Aníbal, como siempre un excelente artículo inspirado en Noruega. Las fotos estupendas como siempre, y las panorámicas (esa del Bar de Hielo me ha encantado) un punto más a añadir.